Muertes
en Golfo de Ancud
La Marina Mercante de Cabotaje, a lo largo del mar territorial chileno,
viene denunciando por años la falta de cumplimiento a las normas marítimas,
impulsadas por ARMASUR A.G., y aceptadas por la DIRECTEMAR y sus autoridades
marítimas cuyas consecuencias, una vez más, provoco una muerte y un
desaparecido en el Golfo de Ancud, tras colisión de una nave mercante con un
bote de pesca artesanal, que se encontraba en labores propias de captura en
pleno mediodía y excelente visibilidad.
En efecto, por un lado, se han bajado las exigencias para la obtención
de los títulos y decenas de cursos, de alto valor económico que suman recursos
a la DIRECTEMAR, que son impartidos por
OTEC o el CIMAR sin que intervenga el ministerio de educación para verificar
que las mallas curriculares se cumplan. También se ha dejado al arbitrio de los
armadores, y especialmente de ARMASUR A.G. para que las DOTACIONES MINIMAS DE
SEGURIDAD sean flexibilizadas, es decir, de una tripulación, de tres oficiales
en el puente, tres en el departamento de máquinas, tres a cuatro marinos y un
cocinero se han reducido a uno o dos
oficiales en cada departamento, y muchas veces sin cocineros, especialmente en
los remolcadores, lo que hace imposible que los trabajadores que laboran a
bordo de las naves, más de doce horas al día, en condiciones inhóspitas como es
la actividad a bordo de una nave en navegación marítima que es compleja y
peligrosa, sobre todo en las aguas
interiores en que se deben sortear islas, islotes, centros de cultivos
marítimos, otras naves, etcétera, y sin sus tiempos de descansos y de
alimentación. Esta cruda realidad del personal embarcado no ha sido considerada
por la Autoridad Marítima quienes ejercen una tutela de una estructura militarizada
sobre toda la actividad en él mar, con efectos en la economía, condiciones de
trabajo y medio ambiente, sin contrapeso por ninguna otra institución del
estado, donde los reclamos de los afectados son motivo de sanciones, por protestar
o hacer las denuncias de los reiterados abusos empresariales o la excesiva influencia
del gremio de armadores para incidir en las decisiones de las capitanías de
puerto.
Lamentamos y solidarizamos con las familias de los pescadores
artesanales muertos en el Golfo de Ancud. Para evitar futuras desgracias se
deberá hacer cumplir las normas vigentes y los convenios internacionales que
regulan la navegación de los mares, y esto solamente le corresponde a la DIRECTEMAR,
debido a que en chile esta institución tiene un control total de esta
actividad, siendo juez y parte, sin contrapeso de ninguna otra institución del
Gobierno Central, por ello resulta fundamental que las organizaciones de
trabajadores embarcados hagamos sentir nuestra voz en la memoria que chile debe
presentar este año sobre el MLC 2006 que establece condiciones mínimas de
trabajo y vida a bordo de naves, convenio OIT ratificado por chile.
Departamento
Marítimo
Central Unitaria
de Trabajadores Provincia de Llanquihue
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